Capitulo 2


giving me mad attention, under inspection

Todo ese ambiente dejó de ser ruidoso al poco rato. Yo estaba sentada en el maletero abierto de la misma mujer que me, bueno, nos encontró allí tirados. La ambulancia no llegaba. Me habían envuelto en una manta, dejando la mitad de mis piernas descubiertas, mostrando toda la sangre y lo sucias que estaban. A pocos metros de mi estaban esa mujer, a la que había manchado pero que ya había podido cambiarse, y otro hombre, estaban… hablando.

-¿La ambulancia tardará mucho más? – Preguntó ella con inquietud.

-No lo sé, lo cierto es que esta noche hay mucho follón por toda la ciudad.

-Pues esa chica necesita ayuda, de inmediato.

-Antes de que se la lleven deberían de tomar muestras de toda esa sangre que lleva encima, – Hizo una señal a otro hombre, este se me acercó con una sonrisa, la cual se la respondí frunciendo el ceño. Primero me hizo fotos, muchas fotos. Me sujetó una mano, cogió una especie de palo de su maletín y lo pasó por debajo de mis uñas. Luego sacó unos bastoncillos y lo pasó por cada parte de mi cuerpo que tenía sangre. – a ver si coincide con la de las víctimas, que, a juzgar por el panorama, apostaría el cuello. Cuando la lleves al hospital no tires la camiseta, es una prueba y ella una sospechosa.

-Ya lo sé. No soy nueva en esto.

-Pero sí que te dejas llevar por las emociones. Seguro que ahora mismo esa chica que está ahí sentada con la mirada perdida te parece muy inocente. – Ella le apartó la mirada. – Y si hay algo que he aprendido durante todos estos años es que no hay nadie inocente. Esa chica ha hecho algo, averígualo.

-Me parece que está en estado de shock, antes le he preguntado si se encontraba bien y no ha sabido responderme.

-Pues que cuando llegue al hospital que la registren de arriba abajo y que la vea un psicólogo.

-Sí, señor. Debería confiar un poco más en mi criterio – La miró con una sonrisa, demostrándole que confiaba en ella pero que no quería errores. Entonces dirigió su mirada hacia mí, y la dejó clavada en la camiseta ensangrentada que llevaba.

-A la que llegue al hospital envíanos la camiseta. – Y se sumergió otra vez entre las luces.

Esa mujer volvió a girarse hacía mi, volviéndome a mirar y, seguido de esto, acercándose.
Se sentó a mi lado y me ofreció un vaso de agua, el cual acepté sin mirarla.

-¿Cómo te llamas? – La miré de reojo, sin tener respuesta a su pregunta. – Tendrás un nombre ¿no? Yo me llamo Noa Rass, soy detective de la policía. – Dejé de mirarla, no me interesaba lo que me contaba. - ¿Qué hacías aquí de noche? - ¿Qué hacía? ¿Que qué hacía? Era detective, que lo averiguara, igual tendría más suerte que yo. Igual también averiguara quien era. – No vas a hablarme ¿verdad? – No contesté. - ¿Sabes en qué año estamos? – Un pequeño tic se me manifestó en el ojo, reaccionando negativamente a su pregunta. Fruncí el ceño… No me acordaba. - ¿Cómo se llaman tus padres?, ¿en qué año naciste? – Cogí y dejé ir aire fuertemente por la nariz, las cejas ya me temblaban. No tenía respuesta alguna. - ¿Sabes quién eres?

Oí una sirena a lo lejos y unas luces que se acercaban muy deprisa, interrumpiendo nuestra conversación. Cuando la ambulancia llegó me tumbaron en una camilla y me cerraron dentro, junto con la detective Rass, que seguía mirándome interrogante. Supongo que ya había deducido que no me acordaba de nada.
Uno de los hombres de bata blanca que estaba sentado a mi lado izquierdo se me acercó con una máscara transparente, acercándomela a la boca. Se la aparté con la mano, pero no me hizo caso. Siguió adelante, se la volví apartar gruñendo y mirándole de mala manera. No sabía qué era eso.

-Tranquila. – Rass agarró la mascarilla y se la puso ella misma. - ¿Ves? No pasa nada. – Se la quitó y la acercó a mi cara, no la aparté y consiguió ponérmela. El hombre de bata blanca la miró esperando una respuesta. – No recuerda nada, no sabe ni quién es. Creo que está en estado de shock.

-No. Cuando estás en estado de Shock estás nervioso, tanto que no puedes ni pensar, con las pupilas dilatadas, y no te puedes estar quieto o ni siquiera desvías la mirada y te mantienes inerte. Esta chica… es un caso distinto.

-¿Se pondrá bien? Podría ser una víctima, una asesina o un testigo. Necesitamos que nos cuente todo lo que sabe.

-Eso se lo dirá el doctor cuando lleguemos al hospital, aquí, como puede ver, nuestros recursos son muy limitados. Al ser un caso de la policía supongo que se darán más prisa con las pruebas.





-¿Cómo está, doctor? – Le preguntó nada más que salió de la sala de radiaciones. Él la miró con expresión de ‘Ha estado esperando aquí todo el rato, ¿no?’

-En pocas palabras, le han borrado el disco duro. – Cerrando la sala. – Aunque tendremos que esperar a que la vea un psicólogo para saber lo que es capaz de recordar y lo que no.

-¿Perdón? Me está diciendo que…

-No se acuerda de nada después de despertarse. ¿Ve esto? – Levantando la radiografía y señalándole una parte del cerebro. De mi cerebro. – Es su lóbulo temporal, se tuvo que dar un fuerte golpe en la cabeza para que quedara así de dañado. – Empezando a andar por los pasillos del hospital.

-Así que es una víctima... El asesino de esa familia la golpeó a ella también ¿no?

-Bueno, podría haber sido causa de un accidente, pero ha ocurrido esta noche. Alguien o algo la golpeó. Si fue una persona dudo que fuera un accidente. En otras palabras; quien le hizo esto intentó matarla.

-¿Y tiene más lesiones físicas? ¿La han violado o algo parecido?

-Todavía estamos esperando los resultados. – Parándose en frente de ella. – Nuestro laboratorio no es tan rápido como el suyo, detective, hacemos lo que podemos.

-No me cabe la menor duda. Pero al tratarse de un caso de asesinato…

-Lo sabemos y mis compañeros, las enfermeras y todos los médicos que tienen que visitarla están informados.

-¿Tiene alguna idea de por qué no habla?

-Bueno, antes de perder la memoria pudo sufrir un shock que la traumatizó, quedándose eso grabado en el subconsciente y por eso se niega a hablar.

-Se encontró una familia asesinada a su alrededor, no sé que puede haber más traumático que eso.

-Pues ella pudo presenciar tal cosa, pero el psicólogo, mañana por la mañana, podrá averiguar más cosas. Puede que no quiera hablar, pero lo podría dibujar.

-¿Dibujar? ¿A qué se refiere?

-Al tener su cabeza vacía, por así decirlo, si esta noche ve algo que permanece grabado en el subconsciente, esa imagen será mucho más nítida, porque no tiene de otras que la confundan. En otras palabras; si el doctor le pide que dibuje algo que vio antes de eso, si logra verlo en sueños, esa imagen dibujada será como una fotografía.

-¿En serio? ¿Y eso cuando podría ser? – Impacientándose y poniendo nervioso al doctor.

-Vamos lo más rápido que podemos. – Sonriéndole y dejándoselo claro.

-Gracias. – Entró en mi habitación y cerró la puerta. – Hola. – con una sonrisa. – El médico dice que te diste un fuerte golpe en la cabeza y que por eso no recuerdas nada. – Así que me di un golpe… - Necesito saber cualquier cosa que recuerdes, por favor. Es la única forma que tenemos de ayudarte. Intenta recordar, una frase, una cara, una dirección… Cualquier cosa…

No recuerdo nada, si supiera algo lo hubiera dicho, ¿por qué todo el mundo me hace las mismas preguntas que yo misma me hago? Quiero respuestas, no más preguntas.

-¿Quién te dio esa camiseta? - ¿Eh? – Era muy grande para ti, no era tuya ¿no? – No lo sé. Bajé la mirada, demostrándole que no tenía nada que decir. - Algún día tendrás que hablar… Estaría bien que lo hicieras ahora, vas a pasar la noche sola, yo me voy a ir. ¿No quieres contarme nada antes? – No. – Está bien. Mañana volveré.





-Hola, Jack… ¿Algo sobre la camiseta y la sangre de la chica? – Entrando en el laboratorio.

-La sangre que tenía la chica es de las cuatro víctimas, ella no estaba herida, al menos no para hacerla sangrar. Pero esas personas eran familia. Los apuñalaron y les golpearon repetidas veces.

-Dios…

-Los dos chicos se llamaban Nathaniel y Chals, eran gemelos. Los dos fueron golpeados barias veces y apuñalados una sola vez; Nathaniel en el estómago y Chals en los riñones. Los padres se llamaban Lyly y Rufus. El padre tenía hematomas por todo el cuerpo; se defendió y supongo que también intentó defender a su familia. Lo apuñalaron cuatro veces y lo dejaron caer por ese pequeño terraplén. Con la madre fue más fácil, la apuñalo tres veces en la parte delantera del abdomen y al caer al suelo lo hizo una cuarta vez. Los arrojó a todos al mismo sitio donde cayó el padre. Se apellidaban Van Der Woodsen. Tenían una casa en un barrio residencial, no había problemas en el colegio, donaban dinero a causas benéficas,…

-Buena gente…

-Y ricos por lo que parece… Por cierto, el ADN que tenía la chica bajo las uñas es del brazo del padre.

-¿Ella lo atacó?

-O se defendió, no lo sé. Pero una chica como ella no podría con un hombre tan grande como Rufus… Hubiera tenido que tener mucha fuerza para que llegara a caerse por ese desnivel, las marcas de sangre estaban a una distancia razonable del borde… Esa chica estaba delgada y débil, tenía todas las de perder contra Rufus.

-Igual el hombre ya no podía moverse… Tendremos que esperar a saber quién es para saber qué clase de relación tenía con esa familia.

-Sí, pero de mientras confórmate con esto. – Sacó una foto ampliada de la etiqueta de la camiseta. – Le he añadido contraste, he difuminado un par de zonas y… - Mostró la imagen retocada después de ponerle los efectos.

-Waw. – Dijo sorprendida.

-Sí, waw. Una de las marcas más vendidas en toda Europa, cara, de la talla XXL y de hombre.

-¿Tenemos algo más aparte de esto? – Sin apartar la vista de la fotografía.

-¿Te parece poco? – Indignado - Pero sí, hay más – Dijo orgulloso girándose hacia el ordenador. – No he podido encontrar ADN de nadie más de los que se encontraban en el escenario peeeeero he conseguido sacar el dibujo que llevaba la camiseta – Ampliándolo en pantalla.

-¿Y qué? Habrá miles como esa. – mirándolo detenidamente – Todos los chicos jóvenes llevan camisetas con grafitis de estos estampados.

-Pues no, amiga mía. Fue una serie limitada, por lo cual también más cara. Quien la compró tiene mucho dinerito en casita. Y no creo que ella lo tenga…

-Si fuera de buena familia hubieran anunciado su desaparición y ofreciendo una buena cantidad de dinero, la hubieran encontrado a las pocas horas. ¿De ella has averiguado algo?

-Todavía no me han llegado más pruebas del hospital. – Dijo todo tranquilo.

-Pues Marc se… - Yendo hacia la puerta algo cabreada por su despreocupación.

-Va a cabrear mucho. – Apareció Marc por la puerta del laboratorio. – Haz lo que quieras con esa chica, pero después de averiguar quién es y qué hacía allí. Tenemos a toda una familia muerta y su sangre por todo su cuerpo. Necesitamos respuestas.

-Señor, – intervino Jack – si encontramos a quien le dio la camiseta sabremos quién es.

-¿A quién buscamos?

-A un hombre rico, alto, no veo a un bajito llevando esa camiseta. Con estilo rapper, lo más seguro, y con buen gusto. Probablemente sea famoso, esa combinación con la gente normal no existe. – Intentó hacerse el gracioso.

-¿Y me puedes aclarar que hacía una enclenque como esa con un famoso? – Asqueado.
-Bueno, se lo tendremos que preguntar a él. – Concluyó Rass.

Continuará.
NOTA: esta semana subiré dos capitulos, ya que la siguiente no estoy.